COMBATE DE LA POBREZA

Combatir la pobreza extrema.

El Justicialismo acredita una larga trayectoria en materia doctrinaria y en la gestión pública orientada a atender y reducir drásticamente la pobreza. Es un tema que nos ocupa de manera permanente y que demanda la búsqueda de consensos para avanzar de manera permanente en su resolución. En su histórica cumbre, el Papa Francisco y el Patriarca Kirill coincidieron en una declaración fundamental, que debemos escuchar: “Nuestra atención está destinada a las personas que se encuentran en una situación desesperada, viven en la pobreza extrema en el momento en que la riqueza de la humanidad está creciendo”. En su exhortación Evengelii Gaudium Francisco cuestiona la “globalización de la indiferencia” ante la pobreza y las necesidades extremas de gran parte de la población mundial. Y lamenta que “algunos todavía defiendan las teorías de derrame, que suponen que todo crecimiento económico favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluidos siguen esperando”.

EL PACTO DE SAN ANTONIO DE PADUA

Contempla un compromiso para adoptar políticas y cursos de acción en materia social frente a necesidades y problemas que requieren atención inmediata, pero también estrategias de largo plazo. El Pacto de Padua conlleva la guía y liderazgo espiritual del Papa Francisco, que ha señalado reiteradamente el imperativo moral de atender la crisis de los excluidos del sistema y el daño ambiental que ponen en riesgo la convivencia en la llamada “Casa Común”.