ERRADICACIÓN DEL ABUSO INFANTIL Y LA TRATA DE PERSONAS

Fomentar la cooperación para erradicar el trabajo y el abuso infantil, la trata de personas y todas formas modernas de esclavitud.

Debemos aunar esfuerzos para combatir con firmeza estas prácticas inaceptables. Las instituciones del Estado tienen un papel fundamental que cumplir y es preciso actuar al margen de las diferencias políticas. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible acordados internacionalmente emplazan a todos los actores sociales a ocuparse de estos graves problemas. Pero también hace falta un cambio de paradigma en las conductas individuales. En la Encíclica Laudato Si´el Papa Francisco pone en evidencia “la incoherencia de quien lucha contra el tráfico de animales en riesgo de extinción pero permanece completamente indiferente ante la trata de personas, se desentiende de los pobres o se empeña en destruir a otro ser humano que le desagrada”. A la vez, en Evangelii Gaudium hace un llamado cargado de angustia: “Quisiera que se escuchara el grito de Dios preguntándonos a todos: ¿Dónde está tu hermano esclavo? ¿Dónde está ese que estás matando cada día en el taller clandestino, en la red de prostitución, en los niños que utilizas para mendicidad, en aquél que tiene que trabajar a escondidas porque no ha sido formalizado? No nos hagamos los distraídos. Hay mucho de complicidad. ¡La pregunta es para todos!”.

EL PACTO DE SAN ANTONIO DE PADUA

Contempla un compromiso para adoptar políticas y cursos de acción en materia social frente a necesidades y problemas que requieren atención inmediata, pero también estrategias de largo plazo. El Pacto de Padua conlleva la guía y liderazgo espiritual del Papa Francisco, que ha señalado reiteradamente el imperativo moral de atender la crisis de los excluidos del sistema y el daño ambiental que ponen en riesgo la convivencia en la llamada “Casa Común”.